
El informe dice que ir a conciertos u otros eventos musicales hace que las personas se sientan hasta un 21% mejor, por lo que es una actividad positiva para las personas.
Patrick Fagan, profesor a cargo del estudio se interesó por este tema y quiso analizar el comportamiento de las personas y cómo disfrutan de los conciertos, a pesar, de que en ocasiones, es una situación incómoda por la multitud.
Pero, escuchar música en vivo, incluso por pocos minutos aumenta la sensación de bienestar, por tanto la felicidad y con ello la posibilidad de vivir más y mejor.
Además dice que aumenta el autoestima, la cercanía con las personas, la estimulación cerebral, la productividad y conformidad.